Habitantes de Gaza se enfrentan nuevo bloqueo israelí a la ayuda humanitaria

(CNN) – En las desoladas ruinas del campo de refugiados de Jabalya, en el norte de Gaza, la hija de Umm Muhammad, Hala, reúne trozos de madera y trozos de espuma para hacer un fuego.

No hay viviendas adecuadas ni infraestructuras básicas por ningún lado. Su familia, compuesta por 11 miembros, vive en una tienda de campaña junto a montones de hormigón y acero destrozado que ahora yacen en el lugar donde antes estaba su casa.

Lo que sí tienen: harina, agua y aceite, lo que significa que Umm Muhammad puede hornear pan para su familia.

¿Pero por cuánto tiempo?

“La ayuda alimentaria es lo que nos mantiene vivos”, dijo Umm Muhammad. “Comemos y bebemos todo el mes gracias a la ayuda. Sin ella, será muy difícil… la ayuda nos permite vivir”.

Ese salvavidas para Umm Muhammad y cientos de miles de otros palestinos está ahora bajo amenaza existencial mientras Israel asedia a Gaza una vez más.

El Gobierno israelí anunció el domingo que cortaría el suministro de alimentos y otra ayuda humanitaria a Gaza en un intento de presionar a Hamas para que libere más rehenes e imponga nuevas condiciones a la extensión del alto el fuego, un día después de la conclusión de la primera fase del acuerdo.

“A partir de esta mañana se impedirá la entrada de bienes y suministros a Gaza”, anunció el domingo el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, acusando a Hamas de controlar “todos los suministros de bienes que se envían a Gaza” y de “convertir la ayuda humanitaria en un presupuesto para el terrorismo dirigido contra nosotros”.

Hamas rechazó esas afirmaciones calificándolas de “mentiras infundadas”. Varios grupos de ayuda humanitaria que operan dentro de Gaza han dicho que distribuyen la ayuda que reciben directamente a quienes la necesitan.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros grupos de ayuda humanitaria acusan a Israel de violar el derecho internacional al bloquear el flujo de ayuda humanitaria a Gaza y afirman que Israel está utilizando una vez más el hambre como arma de guerra, una acusación que Israel ha negado. Estas mismas organizaciones han acusado a Israel de restringir o crear obstáculos a la entrada de ayuda durante la guerra.

Durante las primeras seis semanas del alto el fuego entraron en Gaza 25.000 camiones cargados de alimentos, artículos de higiene, tiendas de campaña y otros artículos de primera necesidad, poniendo fin a la inseguridad alimentaria masiva y aliviando, en cierta medida, las terribles condiciones humanitarias que se habían apoderado de Gaza.

Entre los escombros, las familias que celebraban el Ramadán han podido poner comida en la mesa para el desayuno del Iftar. Los mercados habían comenzado a reabrir recientemente y la distribución regular de ayuda proporcionó una fina red de seguridad.

La decisión de Israel de bloquear la ayuda a Gaza ya está resonando en toda la franja.

Los precios de los alimentos ya están aumentando drásticamente en los mercados de Gaza y las organizaciones de ayuda se están esforzando por racionar las reservas mínimas de ayuda.

El Programa Mundial de Alimentos dijo que las panaderías y comedores populares en Gaza podrían verse obligados a cerrar en menos de dos semanas si no llega más ayuda.

Israel ha amenazado con tomar medidas adicionales si Hamas no acepta sus demandas, incluido el corte del suministro de electricidad y agua a Gaza.

El grupo estadounidense Human Rights Watch advirtió el jueves que el bloqueo de Israel paralizaría la mayor parte de la infraestructura hídrica del territorio palestino en una semana al privarlo de combustible.

El espectro de un retorno a la guerra también se cierne ahora sobre nosotros, especialmente después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó el miércoles con darle a Israel las armas que necesita “para terminar el trabajo” en Gaza a menos que Hamas libere inmediatamente a todos los rehenes restantes retenidos allí.

Pero para algunos en Gaza, la decisión de Israel de bloquear la ayuda alimentaria a Gaza ya equivale a un regreso a la guerra.

“Nos están atacando a través de nuestra comida”, dijo Abu Muhammad, de pie sobre una pila de escombros en Jabalya. “Netanyahu ahora está diciendo públicamente: ‘Cerraré los cruces y los haré morir de hambre’. Nadie se le opone”.

“¿Quién está con nosotros?”, pregunta. “Solo tenemos a Dios. Dios está con nosotros”.