Este miércoles el dólar -en línea con lo ocurrido en los últimos días- volvió a abrir mostrando una presión bajista.
De hecho, acumula caídas cercanas al 9% en lo que va del año, perdiendo parte de su atractivo como refugio ante los riesgos de recesión.
Ayer el billete verde promedió $950,11 y hoy, en sus primeros movimientos de la sesión, fluctuó entre $935,25 y $937,90.
El cobre, por su parte, subió un 1,18%, cotizando en su nivel más alto en tres semanas, impulsado por la esperanza de una desescalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
Felipe Sepúlveda, analista jefe de Admirals, destacó que el presidente de estados Unidos, Donald Trump, alivió los temores del mercado al declarar que los aranceles finales sobre las importaciones chinas “no estarán ni cerca del 145%”, aunque aseguró que tampoco serán del 0%.
“Estas palabras fueron reforzadas por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien calificó el actual enfrentamiento tarifario como ‘insostenible’ y subrayó la necesidad de iniciar negociaciones formales con Beijing”, dijo el experto.
En paralelo, Trump también confirmó que no planea destituir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, “lo que ayudó a estabilizar las expectativas en torno a la independencia del banco central y su futura política monetaria”, resaltó el analista jefe de Admirals.
Por todo, desde el Departamento de Análisis GHTrading proyectaron que el dólar seguiría con retrocesos, buscando consolidarse por debajo de los $960 y acercarse a un soporte en torno a los $920.
Ricardo Bustamante, subgerente de estudios de Capitaria, finalizó que en la trayectoria del tipo de cambio influirán los datos de PMI de los sectores de manufacturas y de servicios que se difundirán prontamente en Estados Unidos.
