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Las claves para entender el quiebre político entre Trump y Musk


Lo que alguna vez fue una alianza cercana y poderosa entre el mandatario y el empresario, marcada por elogios públicos y gestos simbólicos en el Salón Oval, se ha desmoronado en cuestión de días, dando paso a un cruce de declaraciones incendiarias, desmentidos y una ruptura que ya se considera definitiva.

Lo que comenzó como una relación cercana e influyente, con gestos de amistad en el Salón Oval y promesas de colaboración, terminó esta semana con críticas incendiarias en redes sociales y un alejamiento que ya muchos consideran irreversible.

La fractura entre el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el empresario Elon Musk, dejó de ser un rumor para convertirse en un hecho confirmado esta jornada.

Estoy muy decepcionado de Elon”, esas fueron las palabras con las que el Presidente Trump reconoció la situación desde el Despacho Oval.

Esto, días después de que Musk abandonara su rol como asesor principal en la Casa Blanca y se lanzara públicamente contra una de las iniciativas legislativas más ambiciosas del segundo mandato de Trump.

Elon y yo teníamos una relación excelente. No sé si la seguiremos teniendo”, confesó el mandatario ante la prensa, marcando el fin de una alianza política que había sido clave durante la campaña y los primeros meses del gobierno.

Del “gran y hermoso proyecto de ley” a una “abominación repugnante”

El punto de quiebre fue la dura crítica del director ejecutivo de Tesla y SpaceX al paquete de impuestos y gastos aprobado por la Cámara de Representantes y promovido por Trump. Musk, que hasta días antes compartía elogios mutuos con el mandatario, arremetió en X contra el proyecto, calificándolo de “escandaloso”, “desmesurado” y una “abominación repugnante”.

Qué vergüenza para quienes votaron a favor: saben que hicieron mal. Lo saben”, escribió Musk, desatando un terremoto político.

La propuesta legislativa, que aún debe ser votada en el Senado, eliminaría créditos fiscales federales de hasta 7.500 dólares para vehículos eléctricos, lo que representa un duro golpe para Tesla, una de las empresas insignia de Musk.

Musk también negó que hubiera conocido el contenido del proyecto antes de su aprobación: “¡Falso! Este proyecto de ley nunca me lo mostraron”.


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Desmintiendo, además, las declaraciones de Trump, quien había dicho que el empresario “conocía cada aspecto del proyecto, mejor que casi nadie”.

Esto molestó evidentemente el conformacional jefe de Estado, quien no descartó que Musk escale sus críticas: “Estoy muy decepcionado de Elon. Lo he ayudado mucho”.

Desde entonces, según fuentes cercanas a la situación consultadas por CNN, ambos no han vuelto a hablar.

El impacto de las acciones de Musk en el entorno de Trump

La publicación de Musk también generó sorpresa dentro del círculo de Trump.  Aunque ya se conocía su disconformidad con el contenido del proyecto, varios funcionarios esperaban que el multimillonario mantuviera un bajo perfil, dada su posición como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), cargo especial que ocupó sin remuneración y con límite legal de 130 días, recogió La Nación.

Su salida formal del cargo se concretó el pasado viernes, aunque según reportes de Axios, Musk habría intentado permanecer más tiempo al frente del organismo.

La negativa habría sido otro punto de fricción entre el empresario y la administración republicana.

DOGE, el “chivo expiatorio”

Sobre lo anterior, la gestión del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encabezado por Musk, como asesor especial, también fue un foco de tensión.

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El empresario defendió el rol de la oficina, señalando que se convirtió en blanco de críticas injustas por parte de políticos y sectores sociales preocupados por recortes.

DOGE se volvió el chivo expiatorio de todo”, afirmó.

En ese sentido, añadió que “la gente cree que, de algún modo, DOGE les va a impedir recibir su cheque del seguro social, lo cual es completamente falso”.

Acusaciones cruzadas y frustraciones internas

Fuentes citadas por medios estadounidenses apuntan a múltiples desacuerdos que se fueron acumulando en las últimas semanas. Entre ellos, la negativa del gobierno de Trump a adoptar el sistema de satélites Starlink para el control del tráfico aéreo nacional.

La propuesta fue rechazada por razones técnicas y por posibles conflictos de interés, dado que Musk es fundador y accionista mayoritario de SpaceX, la empresa que gestiona Starlink.

El uso de Starlink por parte de agencias federales ya había generado controversia entre congresistas demócratas, preocupados por la influencia directa de Musk en el gobierno mientras su compañía negociaba posibles contratos multimillonarios con el Estado.

A ello se sumó la creciente tensión con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien presionó a Trump para bloquear el intento de Musk de nombrar a un aliado suyo como jefe del Servicio de Impuestos Internos (IRS), lo que desató una breve, pero intensa batalla por el control de una de las agencias clave del gobierno.

El tono irónico de Musk

Pero la distancia entre ambos se habría ampliado con nuevas publicaciones del empresario, que en tono irónico propuso: “En toda la historia de la civilización, nunca ha habido una legislación tan grande y hermosa. ¡Todo el mundo lo sabe! O se obtiene un proyecto de ley grande y feo o uno delgado y hermoso. Delgado y hermoso es el camino”.

Musk también criticó que se mantuvieran los subsidios al petróleo y gas mientras se recortaban beneficios a la energía limpia.

“Mantengan los recortes a los incentivos para vehículos eléctricos y energía solar (…) pero eliminen la MONTAÑA DE CERDO ASQUEROSO del proyecto”, sentenció.

El quiebre definitivo entre Trump y Musk

No obstante, el quiebre definitivo, según diversas fuentes, habría llegado con el retiro abrupto de la nominación de Jared Isaacman —empresario y colaborador cercano de Musk— como próximo administrador de la NASA.

La decisión fue anunciada por Trump en sus redes sociales la noche del sábado, alegando una “revisión exhaustiva de asociaciones previas” sin entregar mayores detalles.

Isaacman, conocido por haber realizado el primer paseo espacial privado gracias a un vuelo contratado con SpaceX, era una figura central en los planes de expansión de Musk en el sector aeroespacial.

Su exclusión del gobierno fue vista por el entorno del empresario como una señal clara de ruptura.

Una alianza rota con impacto nacional

Musk, que fue uno de los donantes más destacados de la campaña de Trump en 2024 y uno de los asesores externos más influyentes del arranque del segundo mandato, ahora emerge como un crítico frontal de la administración republicana.

“En noviembre del próximo año despediremos a todos los políticos que traicionaron al pueblo estadounidense”, advirtió en X, abriendo la puerta a un posible rol más activo y confrontacional en el ciclo electoral de 2026.

Mientras tanto, la Casa Blanca intenta mantener el impulso de su agenda legislativa pese a la tormenta.

“El Presidente ya sabía cuál era la postura de Musk. Eso no cambia nada”, dijo la secretaria de prensa Karoline Leavitt, pero la tensión es evidente.





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