
Golpe a la billetera: ¿El café se empina a ser una bebida "de lujo" al igual que el coñac?
By Angel Valdes 4 semanas ago
“¡Mira, este café está re’ caro! Antes lo compraba por mucho menos”.
Desde mediados de 2024 que en BioBioChile hemos rescatado noticias sobre la subida en los precios del café a nivel internacional, producto en especial de fenómenos climáticos que afectaron las cosechas y elevaron las expectativas de precios.
Ahora, es común oír a gente en los pasillos de los supermercados cuestionando cómo se han encarecido el envase de café liofilizado de cierta marca colombiana, o ver cómo los fans de la reconocida cadena estadounidense ven pizarras con valores más altos que hace varios meses.
Y al alza de precios en el café –y el chocolate–, también se pueden agregar preocupaciones en torno al coñac que, con sus propios problemas, podría de igual manera verse más encarecido de lo que ya lo es.
“Mi café favorito está más caro que hace un año”
Todos los fans de la bebida más popular del mundo lo han resentido en sus bolsillos. Tomar café hoy, del tipo que sea, es más caro.
La respuesta es multifactorial, tal como lo es la cadena humana que permite llevar el producto desde un grano de cafeto hasta la taza de un local u hogar. Con todo, se puede resumir en dos aspectos: el impacto del clima en las cosechas, y la mayor demanda a nivel global que presiona los precios.
Desde Deutsche Welle (DW) explican que los mayores productores de estos granos son Brasil (35% del total anual), Vietnam (15%), Indonesia y Colombia, además de algunos otros países africanos y centroamericanos. Sin embargo, la mayoría de la producción se divide entre el Asia Pacífico y Sudamérica.
Al respecto, el director de la sede subregional de la CEPAL en México, Jorge Mario Martínez, explicó al medio alemán que los últimos encarecimientos se han visto propiciados por “las condiciones secas y calurosas de Brasil y Vietnam, y las lluvias excesivas en Indonesia en los últimos años”.
Estas provocaron daños y pérdidas en las plantaciones. A su vez, esto encarece la producción por el mantenimiento que se debe destinar a los cafetos.
Y como se señaló antes, está el factor consumo: quienes compran café son cada vez más exigentes no solo en el sabor, sino que en el proceso de cultivo se usen fertilizantes orgánicos o que las marcas entreguen claras muestras de sostenibilidad y trazabilidad.
Todo esto también presiona los precios, cosa que puede desagradar a los “coffee lovers”, pero pone felices a los caficultores: “A nosotros nos conviene más vender a Europa, porque es un mercado más justo, que apetece y sabe de la calidad de los cafés, y nos pagan todo el esfuerzo selectivo que hacemos”, dice a DW Jorge Utrilla, director general del Instituto del Café de Chiapas (Incafech), en México.
¿Y el coñac?
Situación similar sucede con el coñac, donde resalta tanto los factores climáticos y en especial el desarrollo de las tensiones comerciales globales.
Si bien fue conocido la amenaza de arancel de Donald Trump en un 200% a las bebidas europeas, también está China, segundo mayor mercado de este tipo de aguardiente, después de los Estados Unidos.
En el gigante asiático, Xi Jinping subió los precios de importación en otoño de 2024, como parte de una batería de represalias sobre la investigación de la Unión Europea (UE) a los autos eléctricos chinos.
Según consigna DW, el BNIC (Bureau National Interprofessional du Cognac) señala que las exportaciones a China han caído la mitad. Y en este contexto, recomendaron a los viticultores arrancar vides para ahorrar tanto en maquinaria como fertilizantes y pesticidas.
Sin embargo, Alain Reboul (62), viticultor de 7ma generación y dueño de la bodega Earl des Bois nobles, afirma que las viñas “se plantan para que duren 30 años, como mínimo”, aunque también reconoce que colegas han talado varias hectáreas, reemplazándolas con plantaciones de olivos o trufas.
En esta línea, las olas de calor están afectando el desempeño de las uvas, volviéndolas más azucaradas y haciendo que broten antes, incrementando los riesgos de pérdida por granizo, heladas tardías o plagas.
¿Se vislumbra una estabilidad de precios?
A pesar que varios de los aspectos mencionados en la nota, como el impacto del cambio climático, seguirán afectando a los productores de café, y la guerra comercial no parece menguar de forma significante, puede ser que se vea una mayor estabilización e incluso baja de precios, en especial del café.
Según el representante de la CEPAL, “históricamente, después de alzas de los precios del café sigue un proceso de ajuste a la baja, una vez que la demanda se estabiliza y la producción se recupera”, y en el caso de los datos de marzo y abril, este ajuste parece que “ya comenzó”, sostuvo a Deutsche Welle.
Con todo, advierte que no se puede sentenciar si la reducción será rápida o lenta, aunque “lo que se puede prever es cada vez mayor inestabilidad de los precios internacionales debido a factores climáticos en los países productores, donde cada vez son más frecuentes las sequías y las inundaciones”.
Y en el caso del coñac, las caídas o pérdidas de mercados importantes como Estados Unidos, China o Rusia, puede ser compensado con la mayor exigencia en calidad de la producción -que ya cumple una serie de requerimientos específicos-, o la puesta en valor de distintas variedades de uva que añaden más acidez, compensando los efectos del cambio climático, concluye DW.