
Estados Unidos ntensifica expulsiones de estudiantes internacionales bajo políticas migratorias de Trump
El número de visas F-1 ha caído desde 2015, en parte por el clima político y social desfavorable para estudiantes internacionales, según informes del sector educativo.
(CNN) — Para cientos de miles de personas que sueñan con estudiar o investigar en Estados Unidos cada año, una visa de estudiante es la solución definitiva.
Ahora, para cientos de personas que ya estudian en universidades estadounidenses, se está convirtiendo en un billete de vuelta a sus países de origen, ya que la administración del presidente Donald Trump continúa con su agresiva estrategia de revocar visas y expulsar a académicos del país, ya sea voluntariamente o bajo custodia.
Los programas de visas en Estados Unidos son complejos, con numerosos requisitos y condiciones, y el Departamento de Estado afirma tener amplias facultades para cancelarlos.
¿Cómo funcionan las visas de estudiantes?
Venir a Estados Unidos por cualquier motivo que no sea turismo suele implicar tener que lidiar con una gran variedad de tipos de visa: más de dos decenas para quienes no tienen intención de convertirse en residentes permanentes del país.
Pero solo tres aplican para personas de otros países que planean estudiar en Estados Unidos. La visa F-1 es utilizada por estudiantes que asisten a una institución académica, como una escuela preparatoria o una universidad. La visa M-1, mucho menos común, se aplica a estudiantes de programas vocacionales.
Para aceptar estudiantes con estas visas, una institución educativa primero debe estar certificada por la unidad de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) del Departamento de Seguridad Nacional, a través del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP).
En sus disputas con la Universidad de Harvard, la administración Trump ha amenazado con retirarle la certificación del SEVP a la universidad a menos que acepte entregar al Departamento de Seguridad Nacional registros disciplinarios detallados de sus estudiantes internacionales. Ello, como parte de un esfuerzo más amplio de la Casa Blanca para que las universidades estadounidenses de élite se alineen con su ideología política.
Si Harvard es excluida del programa, no podrá aceptar estudiantes con una visa F-1, y los estudiantes con F-1 actuales pueden solicitar una transferencia a otra institución educativa estadounidense.
Además, muchas personas con planes educativos vienen a Estados Unidos con una visa J-1 de “visitante de intercambio”. Esta opción incluye no solo estudios académicos, sino también un componente cultural supervisado por una organización estadounidense aprobada por el Departamento de Estado, una lista que incluye miles de instituciones educativas. Profesores, investigadores y médicos suelen venir a Estados Unidos con una visa J-1.
Aunque conlleva más requisitos que la visa F-1, algunos estudiantes la prefieren porque permite a sus cónyuges trabajar en Estados Unidos, explicó Lisa Murray, directora del programa de intercambio del Consejo Americano de Inmigración, una organización sin fines de lucro.
“Muchas becas, ayudas o subvenciones prestigiosas están específicamente vinculadas al patrocinio de la visa J-1”, declaró Murray a CNN.

Manifestantes se congregaron el 3 de abril frente a un tribunal federal en Boston durante una audiencia en el caso de Rümeysa Öztürk, estudiante de doctorado de la Universidad de Tufts, detenida por las autoridades migratorias tras la revocación de su visa. Rodrique Ngowi/AP/Vía CNN Newsource
Los tres tipos de visas educativas utilizan una base de datos en línea del Gobierno llamada SEVIS (Sistema de Información de Estudiantes y Visitantes de Intercambio) para que las universidades puedan proporcionar la información legalmente requerida al Departamento de Estado y al Departamento de Seguridad Nacional sobre los estudiantes internacionales en sus instituciones. Dicha información incluye la dirección del estudiante y la confirmación de su trabajo académico.
“Las instituciones de educación superior estadounidenses se toman muy en serio la responsabilidad de matricular a estudiantes internacionales y cumplir con los requisitos del SEVP, y comprenden las consecuencias de no hacerlo”, declaró Fanta Aw, CEO de la Asociación de Educadores Internacionales, una organización sin fines de lucro.
“Las instituciones cuentan con códigos de conducta y medidas disciplinarias para abordar la conducta estudiantil, lo que puede resultar en la cancelación de su registro SEVIS, según lo estipulado por el SEVP, así como también existen motivos establecidos para que el gobierno o la institución retiren su certificación”.
¿Cuándo se puede revocar una visa de estudiante?
Si bien el estatus legal de una persona (su capacidad para permanecer en Estados Unidos) lo determina el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, parte del Departamento de Seguridad Nacional, las visas son emitidas por el Departamento de Estado y pueden revocarse por diversas razones, como infringir las leyes y proporcionar información falsa en una solicitud. El Manual de Asuntos Exteriores del Departamento de Estado aclara que no es necesario acusar formalmente al titular de una visa de ningún delito para que se pueda cancelar.
“El Departamento puede revocar una visa cuando recibe información negativa directamente de otra agencia del Gobierno estadounidense, incluyendo un miembro de la comunidad de inteligencia o de las fuerzas del orden”, dice el manual.
El Secretario de Estado, Marco Rubio, ha cancelado cientos de visas bajo una disposición poco utilizada que permite la revocación si la presencia de una persona en EE.UU. “podría tener consecuencias adversas potencialmente graves para la política exterior de Estados Unidos”.

El Secretario de Estado Marco Rubio asiste a una conferencia de prensa en marzo en Kingston, Jamaica. Nathan Howard/Reuters vía CNN Newsource
A raíz de esta medida, parece haber un sistema de dos niveles para que los estudiantes afectados abandonen el país rápidamente. Primero, el Departamento de Estado revoca la visa; luego, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) le indica al estudiante que abandone el país inmediatamente o, en al menos un caso, lo encuentra y lo detiene.
La candidata a doctorado de la Universidad de Tufts, Rümeysa Öztürk, fue confrontada el mes pasado por agentes federales en una calle de Somerville, Massachusetts, y esposada mientras gritaba de miedo y confusión, como se aprecia en un video de vigilancia que ha dado la vuelta al mundo. Aunque su visa F-1 había sido revocada cuatro días antes, no había sido notificada antes de su arresto, según una petición presentada por sus abogados ante un tribunal federal de Boston que impugna la legalidad de su detención.
Öztürk participaba en actividades de apoyo a Hamas, declaró un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, sin especificar las presuntas actividades. Sus abogados dicen que está siendo castigada injustamente por defender los derechos de los palestinos.
Muchos estudiantes extranjeros que ahora son objeto de deportación afirman no haber cometido ningún delito ni haber generado controversia en Estados Unidos, aparte de apoyar públicamente la causa palestina en la guerra de Gaza entre Israel y Hamas.
Y las órdenes de expulsión de estudiantes no solo han afectado a los titulares de visas. Mahmoud Khalil y Mohsen Madawi, activistas propalestinos de la Universidad de Columbia, luchan contra la deportación después de que el Departamento de Estado ordenara la revocación de su residencia legal permanente, comúnmente conocida como “green card”, y los arrestara en marzo y abril.
Las razones esgrimidas para expulsar a los estudiantes van más allá de las protestas
Más de 100 estudiantes internacionales cuyas visas han sido revocadas afirman que el Gobierno los está “privando de su capacidad para continuar sus estudios y mantener un empleo en Estados Unidos, arriesgándose a su arresto, detención y deportación”, según una demanda presentada en su nombre ante un tribunal federal en el estado de Georgia.
Algunos de los estudiantes atacados nunca fueron manifestantes ni fueron acusados de ningún delito, declaró el abogado del demandante, Dustin Baxter.
“No solo revocaban la visa de estudiante —incluso si no había una condena, si solo había un arresto, y a veces ni siquiera había un arresto, solo había un encuentro y tal vez una multa—, sino que revocaban la visa de estudiante”, declaró Baxter.
Algunos estudiantes extranjeros dicen que la primera notificación que recibieron sobre la revocación de su visa no fue de ICE, sino de su institución educativa. Mientras tanto, muchas universidades no recibieron una notificación formal de la revocación de visas de sus estudiantes y solo se enteraron al ver el nombre del estudiante en los registros gubernamentales, según funcionarios de la institución.
Después de que a cuatro estudiantes y dos recién graduados de la Universidad de Stanford en California se les revocaran las visas de estudiante, la universidad “se enteró de las revocaciones durante una revisión rutinaria de la base de datos SEVIS”, declaró en un comunicado el 4 de abril.
Esto marca un cambio importante con respecto a la forma en que se ha utilizado históricamente ese sistema, según declaró un abogado de inmigración a CNN.
“Hasta que Trump asumió el cargo, era responsabilidad de los funcionarios designados de la institución iniciar la revocación en SEVIS”, dijo Jeff Joseph, presidente electo de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración. “Lo que estamos viendo ahora es que ICE lo está haciendo por sí mismo”.
El Gobierno advierte a los estudiantes que están siendo vigilados
Desde el inicio del segundo mandato de Trump, el Gobierno ha advertido que tiene en la mira a las personas que viven en Estados Unidos con visas. “La revisión de visas estadounidenses no se detiene después de su emisión”, declaró el Departamento de Estado en marzo en una publicación de Facebook. “Verificamos continuamente a los titulares de visas para asegurarnos de que cumplan con todas las leyes y normas de inmigración de Estados Unidos; de lo contrario, revocaremos sus visas y los deportaremos”.
Tradicionalmente, la expiración de una visa de visitante de intercambio no implica que una persona se considere inmediatamente como residente ilegal en el país. De hecho, el sitio web del Departamento de Estado informa a los titulares de visas J-1: “Si su visa ha expirado y no planea viajar fuera de Estados Unidos, no necesita renovarla”. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) informa a los titulares de visas F-1: “Pueden permanecer en Estados Unidos con una visa F-1 vencida siempre que mantengan su estatus de estudiante”.
Sin embargo, varios estudiantes a quienes el Departamento de Seguridad Nacional les ha notificado por correo electrónico que sus visas fueron revocadas están recibiendo el mensaje de que deben abandonar voluntariamente el país dentro de siete días si quieren evitar ser arrestados.
“No intenten permanecer en Estados Unidos. El Gobierno federal los encontrará”, dice uno de esos correos electrónicos, según la abogada de inmigración de Boston, Nicole Micheroni, quien dijo haber recibido el mensaje aparentemente dirigido a un cliente.
Si bien Rubio ha promocionado públicamente sus esfuerzos para revocar visas de estudiantes, el Departamento de Estado ha mantenido silencio sobre decisiones individuales.
“Debido a consideraciones de privacidad y confidencialidad de las visas, generalmente no comentamos sobre las acciones del Departamento con respecto a casos específicos”, declaró un portavoz de la agencia a CNN en respuesta a preguntas sobre varios casos.
Antes de que una persona bajo custodia de ICE pueda ser deportada, se pueden tomar varias medidas, incluyendo ejercer el derecho, en muchos casos, de presentar una petición ante la Junta de Apelaciones de Inmigración. Sin embargo, la Corte Suprema dictaminó por unanimidad en 2024 que las revocaciones de visas casi nunca son apelables.
“El Congreso otorgó al Secretario (de Estado) amplia autoridad para revocar una solicitud de visa aprobada ‘en cualquier momento, por lo que considere causa justa y suficiente’”, escribió el juez Ketanji Brown Jackson.
Un titular de una visa de estudiante que viole un término o condición de su estatus legal no puede solicitar otra visa hasta haber estado fuera del país durante al menos cinco años, según las directrices del Departamento de Estado.
¿Cuántas visas de estudiantes aprueba Estados Unidos?
Según el Departamento de Estado, cada año se aprueban cientos de miles de nuevas visas de estudiante, muchas de ellas para personas que extienden sus visas existentes o cambian a un tipo diferente de visa a medida que cambia su situación académica.
La Dra. Rasha Alawieh, especialista en nefrología y profesora asociada de la Universidad de Brown, fue deportada en marzo después de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) informara que regresó a Estados Unidos de un viaje a su Irán natal, donde asistió al funeral del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah.
Alawieh llegó originalmente a Estados Unidos con una visa J-1 para estudiar en tres universidades estadounidenses durante seis años, pero cambió a una visa H-1B para trabajadores cualificados cuando aceptó el puesto en Brown, según un expediente judicial presentado por sus abogados.
El número total de visas de estudiante emitidas alcanzó su punto máximo en 2015, cuando se aprobaron casi un millón de visas. Las aprobaciones de visas F-1 disminuyeron un 27 % al año siguiente, según cifras del Departamento de Estado, y apenas superaron las seis cifras en 2020, cuando las restricciones de viaje por la covid-19 y la suspensión temporal de los trámites en embajadas y consulados hicieron que las cifras se desplomaran.
Las aprobaciones de visas de estudiante han vuelto a los niveles previos a la covid-19, pero las cifras de 2024 seguían siendo inferiores a tres cuartas partes del récord de 2015. Cientos de instituciones de educación superior citaron el “entorno social y político” en Estados Unidos, así como la “sensación de no ser bienvenidos”, como factores que contribuyeron a la disminución de la matrícula de estudiantes internacionales durante el primer Gobierno de Trump, según el Instituto de Educación Internacional, una organización sin fines de lucro.
El tono de Trump hacia los estudiantes internacionales ha cambiado drásticamente desde los primeros días de sus ambiciones presidenciales.
“Cuando los extranjeros asisten a nuestras excelentes universidades y desean quedarse en Estados Unidos, no deberían ser expulsados de nuestro país”, tuiteó Trump en agosto de 2015, dos meses después de lanzar su primera campaña con un famoso paseo en escalera mecánica en la Torre Trump.
Una década después, su administración ha cancelado más de 1.000 visas de académicos, y la cifra sigue aumentando.